El pasado 9 de julio, en el marco de las celebraciones por el Día de la Independencia, se llevó a cabo el tradicional Te Deum en la Catedral San Rafael, presidido por Monseñor Pedro Torres, Obispo de la Diócesis de Rafaela. Este evento contó con la presencia de autoridades locales y provinciales, incluyendo al intendente de la ciudad, Leonardo Viotti, y al gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
El "Te Deum" es una antigua oración de acción de gracias, cuya tradición se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Según Monseñor Torres, "es una oración que se hizo famosa en torno a San Ambrosio y San Agustín el día del bautismo de Agustín, hace 1600 años." Esta oración fue utilizada por los padres de la patria el 25 de mayo de 1810 y ha sido un elemento recurrente en momentos cruciales de la historia argentina, incluyendo las campañas del General San Martín en Chile y Perú.
Durante su homilía, Monseñor Torres extendió una cálida bienvenida a todos los presentes: "Queridos hermanos, señor gobernador, señor intendente y todos los que los acompañan, siéntanse en casa, siéntanse invitados a reconocer que Dios nos ama desde el corazón."
Enfatizó la importancia de la gratitud y el amor divino, recordando las palabras de Jesús: "Como el Padre me amó, también los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor, no pierdan la alegría. Lo que el Señor quiere es que mi gozo sea el de ustedes y que ese gozo sea pleno."
Monseñor Torres también resaltó la necesidad de pedir la sabiduría y el discernimiento del Espíritu Santo, especialmente para los gobernantes: "Recen por los gobernantes y pidamos, como Salomón en la primera lectura, sabiduría y discernimiento necesario para juzgar las cosas con rectitud." En su mensaje, hizo un llamado a los líderes a actuar con humildad, honestidad y honorabilidad, valores que describió como esenciales para el buen gobierno.
Una parte significativa de su homilía estuvo dedicada a la figura del timonel, una metáfora para los gobernantes: "El timonel es el que lleva el timón y es el que va detrás, pero sabiendo la dirección y le toca conducir en la tormenta para que esta no lo lleve a la deriva ni encalle en aguas poco profundas." Subrayó que el rol del timonel es crucial, ya que debe saber hacia dónde dirigir el barco y cómo navegar en tiempos de adversidad.
El obispo recordó una experiencia personal que ilustraba la importancia del cuidado mutuo: "Fui a comprar fruta y soda y el que me atendió me advirtió: tome la bolsa desde abajo con cuidado, es pesado y se le puede romper. Me resultó iluminante: cuidar a todos, pero sosteniendo especialmente a los de abajo, sabiendo que hoy es pesado y hay que sostener con cuidado al pueblo argentino."
En un llamado final a la acción conjunta y al diálogo, Monseñor Torres instó a los presentes a trabajar juntos por el bien común: "No se cansen de hacer el bien y sepan que muchos necesitamos dialogar, dialogar y dialogar para encontrar caminos y juntos construir una patria de hermanos, juntos construir el sueño de una libertad fundada en el amor de Dios." Añadió que para lograr esto, es esencial invocar al Espíritu Santo y pedir su guía y apoyo constantemente.
Como un signo de unidad y ecumenismo, Monseñor Torres invitó a los pastores Carlos Terranova y Henry Altare a participar del Te Deum en el altar. Este gesto simbolizó la colaboración y el respeto mutuo entre diferentes comunidades religiosas. La bendición final fue dada conjuntamente por Monseñor Torres y los pastores, resaltando aún más el espíritu de unidad y cooperación.
El Te Deum del 9 de julio en Rafaela no solo fue una oportunidad para la oración y la reflexión, sino también un potente recordatorio de la importancia de la unidad, la sabiduría y el cuidado mutuo en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.