Caminar por la ciudad en la media tarde de ayer sábado, era motivo de riesgos variados para el organismo de cada rafaelino que le haya tocado vivir esa experiencia. Con temperaturas que rondaron los 37 grados centígrados, y sensaciones térmicas que iban de un cuerpo a otro, variando en intensidad por la "falta de aire" posible de asimilar con normalidad. Felizmente hoy domingo, amaneció la ciudad con una frescura que le permitió respirar y ensanchar los pulmones de todos sus habitantes.

Esta mañana, deambular por la Perla del Oeste, ha sido un renacer para todos los rafaelinos que por motivos diversos, comenzaron su día mucho más aliviados de esta amenaza de verano contundente que nos espera.

La temperatura de este mediodía ronda los 24 grados, como el termómetro idealmente sugerido para mantener en el aire acondicionado, pero en forma natural.

Si miramos bien, cinco minutos antes de las 12 del mediodía, marca 21 grados, y algunas gotas de lluvia muy leves que acompañan el paisaje de nuestra ciudad.

Para la tarde, el panorama se mantiene similar, presagian algunas lluvias un poco más notorias, pero sin alterar demasiado la situación. El pronóstico las identifica como lluvias suaves.

El cambio climático sobre el que tantos debates se han escrito, discutido, memorizado y borrado en estas épocas tan especiales, se hace notar con las alteraciones tan llamativas en los nomencladores de la temperatura ambiente, es imposible no recordar que aún estamos en primavera, pero ya hemos vivido días de calores sofocantes que presagian un verano tórrido y con caídas importantes de agua de lluvia en todo el territorio nacional a lo largo de diciembre, enero y febrero. A prepararse para afrontar lo que viene, mientras tanto, este domingo, Rafaela respira.