Uno de los protagonistas fue Luis María Telesco, por entonces Concejal del Frente Progresista Cívico y Social, que lanzó graves acusaciones contra su par del justicialismo y presidente del Concejo Municipal de esa época, Daniel Ricotti.

El incidente comenzó en una rutinaria reunión de comisión, cuando el "Centro Ciudad de Rafaela" presentó una nota solicitando apoyo financiero para completar la refacción del techo de una de sus salas. La solicitud aparentemente sencilla se convirtió en el catalizador de una confrontación explosiva entre Telesco y Ricotti.

Telesco, visiblemente inquieto por la situación, levantó una pregunta crucial que actuaría como catalizador de un escándalo que trascendería las fronteras de la ciudad y se instalaría en las tapas de los principales medios de alcance nacional: ¿Por qué su salario como edil (que no estaba cobrando por recibir su jubilación como Diputado) no podría destinarse a ese tipo de solicitudes?.

La explicación de Ricotti al parecer no cayó de la mejor manera para Telesco que, fue escalando en la intensidad de su discurso al punto de comenzar a vociferar acusaciones e insultos contra el justicialista, señalándolo de “corrupto, coimero, extorsionador y testaferro".

Pero eso no fue todo. Ante la mirada atónita de sus pares y periodistas que estaban cubriendo la sesión, el dirigente radical se levantó de su silla y avanzó hacia Ricotti con la intención de agredirlo físicamente. Solo la intervención de su compañero de bloque, Germán Bottero y del Secretario Diego Álvarez, que se interpusieron en su camino, evitó un enfrentamiento directo entre ambos dirigentes.

Leer Más: Escándolo en el Concejo Municipal

En medio de empujones y pases de factura acalorados, Telesco tuvo tiempo de tomar un vaso de agua y arrojárselo a Ricotti, que a lo único que atino fue a levantarse de la silla y responder a las acusaciones con un “andá a la Justicia”, repetido una y otra vez como un mantra.

La situación se tornó caótica, y sus pares se vieron obligados a retirar a Telesco de la sala en medio de la tensión y la confusión reinante. Momentos después, era ingresado a un sanatorio local producto de un “colapso nervioso”, según informaba Rafaela Noticias en ese entonces.

Los hechos vividos esa mañana de septiembre desencadenaron una catarata de declaraciones de la que nadie parecía querer quedarse afuera, y escribieron un capítulo más, en la larga historia política local.

aunque, como todo en la política, se pasa rápido. Para bien y para mal.

Los días pasaron, y los ánimos fueron calmándose. Todo se fue diluyendo y finalmente el tema sólo quedó en los archivos de anécdotas.