Por Julio Armando
En Rafaela, sigue sin resolverse la controversia entre la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) y las entidades vecinales de la ciudad en relación con el cobro de derechos de autor por la comunicación pública de música en eventos realizados en salones vecinales.
Por un lado, SADAIC defiende la legalidad de su gestión de cobro, según lo hicieron saber a este medio, subrayando la importancia de respetar los derechos de autores y compositores mediante el pago de los aranceles establecidos. La entidad asegura que continuará recaudando en salones de fiestas, bares y otros establecimientos que utilicen música, enfatizando que “no cobra impuestos, sino que percibe y distribuye derechos de autor”. SADAIC sostiene que los derechos reclamados en el caso de la utilización de los salones de las entidades vecinales se ajustan estrictamente a la normativa vigente.
Por otro lado, al ser consultados representantes de la Federación de Entidades Vecinales (FEV) por RAFAELA NOTICIAS, argumentaron que, amparándose en el Decreto 765/24 promulgado por el Gobierno Nacional, éste es “muy claro y no admite interpretaciones” como pretende SADAIC. Tanto el Municipio como las vecinales, especialmente estas últimas, “son entidades sin fines de lucro”, sin beneficios económicos “ni directos ni indirectos”. Según las vecinales, “todas las reuniones son privadas, no hay ninguna duda de ello”, por lo que aseguran que no corresponde el cobro de derechos de autor. Además, afirman haber realizado consultas jurídicas y a la Defensoría del Pueblo, y que estas confirman que SADAIC no tiene derecho a cobrar en estos casos.
En una solicitud pública, las vecinales instan a SADAIC a que “cese con las intimaciones y apretadas” tanto hacia las entidades como hacia los vecinos. Asimismo, critican la “velada amenaza” de SADAIC de extender sus reclamos a los llamados Talleres Vecinales, lo cual califican como “de muy mal gusto”, ya que tampoco podrían avanzar sobre “actividades didácticas y/o educativas” según lo establece el artículo 2º del Decreto. Señalan que si SADAIC tiene reclamos, “deben dirigirse a la Justicia” en lugar de intentar imponer “actas de dudosa validez legal” o arrogarse “un poder de policía que la ley no les concede”. Las vecinales reconocen que SADAIC puede presentarse en una reunión para “dejar constancia de su reclamo, pero nunca interrumpirla”.
La Federación de Entidades Vecinales (FEV) subraya que respeta plenamente “los derechos que asisten a los autores y compositores por su propiedad intelectual”, pero solo “en el ámbito y las formas que la ley establece”. Rechazan la actitud anterior de SADAIC, acusándola de “fijar arbitraria y abusivamente” los montos de los derechos que cobraban antes del Decreto, y aseguran que, desde la emisión del mismo, “la cuestión devino en abstracto, es decir, no hay nada que discutir”, ya que SADAIC no puede cobrar en estos casos.
Finalmente, las vecinales critican el intento de SADAIC de “gravar las maltrechas economías de las vecinales y de los vecinos que hacen reuniones sociales”, señalando que esto es un acto que “desconoce el espíritu de la ley” y la ética que una institución como SADAIC debería tener. Lo consideran “un simple acto de codicia” en un contexto en el que SADAIC ya percibe “enormes sumas de dinero” por otros eventos en ámbitos comerciales. Además, destacan la desigualdad de fuerzas entre “una enorme organización con recursos jurídicos, políticos y económicos” como SADAIC, y las vecinales, que son “un puñado de dirigentes ad honorem”. A pesar de esta disparidad, las vecinales afirman que las respalda “la razón, la decencia y el compromiso social”.
La FEV concluye con un mensaje claro y contundente dirigido a SADAIC: “Con las vecinales, no”. Lo piden “humildemente y por favor”.