Pasadas las 13 y con un mediodía espléndido en Rafaela y en toda la provincia, el porcentaje de concurrencia a las urnas oscilaba entre un 35 y un 40% de los ciudadanos habilitados para sufragar, mientras se incrementaba el ritmo de participación. Se destaca que en las escuelas se vio a muchos mayores de 70 años, que no tienen obligación de votar, concurriendo a los comicios, en algunos casos con ayuda de familiares, apoyándose en bastones o andadores e incluso algunos en sillas de ruedas.

Los datos de participación fueron recogidos en una recorrida por distintas escuelas, donde en las mesas había un ritmo dispar: mientras en algunos casos las autoridades de mesa compartían un refrigerio -sandwichitos y empanadas preparadas en casa o alguna pizza encargada a un servicio de deliverys- mientras los ciudadanos iban votando, en otras la fila de cuatro o cinco personas esperando turno hacía que la atención estuviera más concentrada en la labor. En las provincia, un primer corte a las 12 mencionaba una participación todavía escasa, del orden del 25%.

La elección es bastante sencilla pese a las cinco categorías que se votan. Algunas autoridades de mesa entregan las boletas únicas ya dobladas, pero en otros casos el ciudadano se encarga de hacer el doblez correspondiente, luego de marcar su voto.

Entre los fiscales se menciona que los partidos principales tienen sus mesas testigo y que para las 19 los referentes ubicados en esas mesas testigos ya habrían enviado los datos a las autoridades provinciales como para que haya una primera tendencia, algo que podría repetirse en el orden local: las mesas testigos también darán antes de las 20 -al menos puertas adentro de cada bunker partidario- una tendencia bastante precisa de cómo podrían ser los resultados.