El Asentamiento Sur se ubica en los terrenos linderos en la traza del FFCC Belgrano, al suroeste del Cementerio Municipal, al oeste de la UNRaf y en inmediaciones de la traza de la variante de la Ruta Nacional 34. Se trata de un camino central donde se fueron asentando viviendas al costado, llegando en este momento a instalarse unas 30 construidas de lajas y de chapas -antes del puente de la variante-, y unas 7 viviendas más luego del mismo. Este lugar no es nuevo, lleva cerca de 25 años en las afueras de la ciudad, pero en las últimas semanas volvió a la escena política dado que los concejales aprobaron un pedido de informes para saber si el Departamento Ejecutivo Municipal realizó gestiones para la reubicación del asentamiento, algo que estaba estipulado en un convenio urbanístico firmado a partir del cual la Universidad Nacional de Rafaela obtuvo su campus a la vera de la ruta 34.
RAFAELA NOTICIAS habló con Celia Paniagua, que hace 10 años vive en el asentamiento, quien comentó que "hasta el momento nadie nos habló de reubicación" y que los vecinos estarían de acuerdo con ese punto siempre y cuando se les provea una vivienda donde puedan vivir mejor, de otra manera el traslado sería imposible. La entrevistada señaló que en la actualidad algunos vecinos no se animan a edificar con material por miedo a que no puedan quedarse, al ser terrenos fiscales, si bien el tiempo de permanencia que llevan algunas familias ya abarca a tres generaciones.
Asentamiento Sur: pedido de luz y de agua
Con un ingreso ripiado al que le falta mantenimiento, Celia comentó que lo que más anhelan los vecinos es contar con los servicios de luz eléctrica y de agua potable en sus hogares. En cuanto a lo primero, sólo poseen alumbrado público en el camino principal que se brinda a través de pantallas solares que fueron donadas, mientras que en el interior de las casas - salvo su familia que pudo comprar pantallas solares- las familias utilizan generadores que funcionan a nafta o bien se alumbran con vela. Respecto al agua, en el asentamiento cuentan con dos tanques que los martes y jueves pasa un camión a cargarlos, sacando de allí no solamente para tomar sino para lavar y demás quehaceres del hogar, dado que nadie cuenta con perforaciones en los domicilios. "Uno llega cansado de trabajar y no tiene luz, tiene que salir a buscar nafta o te quedas sin vela y tenés que estar en la oscuridad", expresó Paniagua al manifestar la necesidad de contar con el servicio eléctrico.
En el Asentamiento Sur "somos todos trabajadores", siendo la ocupación más frecuente la de albañil o changarines. Allí las familias que se radicaron en su mayoría vinieron de Chaco aunque también hay personas que nacieron y se criaron en Rafaela. Muchos chicos residen en el lugar, que asisten por lo general a las escuelas del barrio Jardín o del 17 de octubre, sectores donde también concurren a los centros de salud. De ahí la importancia que se mejore el ripio de ingreso, para facilitar el tránsito de las familias ya sea a los trabajos o a la escuela, sobre todo los días de lluvia. Otro pedido de los vecinos tiene que ver con que se realicen tareas de limpieza en el sector.
"Lo mejor sería que nos den una vivienda"
Celia comentó a RAFAELA NOTICIAS que el asentamiento no ha crecido en el último tiempo, sino que es "siempre la misma gente la que está" y agregó: "Nosotros vivimos acá porque no tenemos recursos para comprar un terreno. Trabajamos para alimentarnos, para comprarle ropa a los chicos y para afrontar los gastos de la escuela. Si nosotros tendríamos algo para edificar nuestra casa no estaríamos acá". Por lo que, volviendo al tema de la reubicación, señaló que "lo mejor para las familias sería que nos den una vivienda porque ¿dónde vamos a ir con todas las criaturas que hay?". Aunque "si nos ponen la luz y el agua también sería bueno porque ya tenemos lo nuestra acá", añadió.
En relación a las necesidades de las familias que viven en el asentamiento, Celia indicó que gracias a que trabajan, más el aporte que hace el Municipio a la copa de leche que funciona en el lugar, más las donaciones de mercadería por parte de la gente, los vecinos tienen para alimentarse, más allá de las falencias económicas que pueden tener en estos tiempos. Además comentó que los fines de semana el Estado local lleva el programa "Pido Gancho" donde juegan con los chicos en una plaza que hay en el sector. Se trata de una serie de propuestas locales para reflexionar sobre la promoción, defensa y restitución de los derechos de las infancias y juventudes.
Discriminados por vivir en la villa
Al ser consultada Celia Paniagua respecto a si por vivir en un asentamiento las personas sufren hechos de discriminación, señaló que es algo que sucede. Dado que los remises no entran porque tienen miedo los conductores, "siendo que acá nadie les hace nada ya que nos cuidamos entre nosotros"; o en ocasiones los chicos son discriminados en la escuela. La entrevistada contó que, por ejemplo, una familiar suya sufría discriminación por parte de sus compañeras al decirle que "era pobre por vivir en una villa". Lo que la llevó a no querer que le festejen el cumpleaños, sino que le compren una bicicleta para sentirse mejor, para demostrar que también podía acceder a las mismas cosas que los demás chicos. "No porque vivimos en una villa somos lo peor que hay", señaló. Incluso Celia comentó que muchas veces las personas que producen discriminación hacia quienes viven en el asentamiento, son las mismas que se acercan en camionetas importantes a tirar basura cerca de la entrada de la villa, generando en ese lugar un basural a cielo abierto.
Finalmente, Celia afirmó que "ningún político vino acá todavía", a pesar de ser época de campaña electoral. "Me gustaría que vengan a conocer acá, somos todos buenos como la mayoría de la gente", concluyó.
