Por Julio Armando
A Eduardo Oscar M. la Policía Federal lo detuvo durante la madrugada del martes pasado en Gabriel Maggi y Av. Italia, en un procedimiento de rutina. Iba en "un auto en mal estado y a gran velocidad". Al revisar el baúl, debajo de la alfombra donde se coloca la rueda de auxilio, había un revólver calibre 32 con 4 municiones, además de cuchillos y un bate. "Tenencia indebida de arma de fuego de uso civil" fue la imputación que eligió el fiscal Juan Manuel Puig en una audiencia imputativa este viernes por la mañana, y solicitó la prisión preventiva del acusado en una audiencia de medida cautelar el mismo día por la tarde; ambas presenciadas por RAFAELA NOTICIAS como único medio. El acusado, cuenta con antecedentes delictivos por los que se lo investiga, según se develó en Tribunales: por amenazas, robo calificado y coacciones. Delitos por los cuales tenía prohibido portar armas de fuego, algo que no había cumplido, de acuerdo con lo que se desprende del procedimiento de la Policía Federal y de la acusación del fiscal.
"No sabía que había un arma en el baúl", le dijo Eduardo Oscar M. al juez Dr. Nicolás Stegmayer, en sintonía con la estrategia del abogado defensor, Dr. Carlos Farías Demaldé, que ya previamente había relatado que el arma no era de su defendido, sino del cuñado de este último. El cuñado había escondido el revólver en el auto, según explicó Demaldé, sin que Eduardo Oscar M. lo supiera. El cuñado estuvo en la audiencia, haciéndose responsable de la acusación. Sin embargo, para el fiscal, esto no era más que una estrategia de la Defensa para deslindar responsabilidades en otra persona que no tiene antecedentes, como el cuñado, salvando al verdadero dueño del arma, que sí cuenta con antecedentes penales.
Pero la versión del cuñado no fue lo que terminó inclinando la balanza para que el juez Stegmayer finalmente le otorgara la libertad al acusado, aunque con esta versión Demaldé instauró la duda. El principal fundamento del Magistrado para tomar la decisión fue que Eduardo Oscar M. no corría riesgo de fuga ni de entorpecer la causa, dado que el fiscal Puig nunca planteó esta posibilidad. La Defensa, por su parte, afirmó que el imputado tenía arraigo, al ser parte de una familia consolidada y vivir en el barrio San José de Rafaela. Además, en este hecho no hay una víctima individualizada y todas las pruebas ya fueron recolectadas, no quedando pericias pendientes. Por estos motivos, el juez Dr. Nicolás Stegmayer decidió que Eduardo Oscar M. siga vinculado a la causa, pero en libertad. Aunque deberá cumplir ciertas medidas, como fijar domicilio, quedar al cuidado de su pareja y pagar una caución de un millón de pesos, entre otras.
