Según su investigación, los bebés nacidos entre 2025 y 2039 vivirán en un entorno profundamente digitalizado, pero también se destacarán por una mentalidad más global y consciente de los desafíos del mundo actual. Esta nueva generación sigue a la Alfa, cuyos miembros nacieron entre 2010 y 2024. El sociólogo ha explicado que las generaciones se definen en periodos de 14 años para facilitar análisis más detallados y comparaciones globales. Así, la generación Gamma comenzará en 2040 y se extenderá hasta 2054.

Los niños de la generación Beta, que serán hijos de los millenials (1981-1996) y de los miembros mayores de la generación Z (1997-2010), crecerán en un contexto donde la inteligencia artificial (IA) será una herramienta omnipresente en todos los aspectos de la vida cotidiana. Según McCrindle, muchos de ellos llegarán a vivir en el siglo XXII, y hacia 2035, constituirán el 16% de la población mundial.

Un mundo donde lo digital será parte esencial de la vida diaria

La generación Beta se caracterizará por un mundo donde las fronteras entre lo físico y lo digital se difuminarán, en un entorno fuertemente influenciado por los avances en IA y automatización. Estos jóvenes experimentarán un mundo donde estas tecnologías estarán presentes en áreas clave como la educación, los lugares de trabajo, la atención médica y el entretenimiento.

Los padres de esta generación, especialmente aquellos pertenecientes a la generación Z, son más conscientes de los efectos de la tecnología y las redes sociales, lo que probablemente llevará a la generación Beta a ser más cautelosa con el uso de las pantallas y las interacciones digitales. Sin embargo, McCrindle también advierte que los niños de esta generación tendrán que hacer frente a desafíos sociales significativos, como el cambio climático, la transformación demográfica y la urbanización acelerada, factores que configurarán sus prioridades. La sostenibilidad, en este contexto, no será solo una opción, sino una expectativa fundamental para su bienestar futuro.