En la mañana de este lunes, diferentes antropólogos de diversos puntos del país, se acercaron hasta un domicilio ubicado en Lisandro de la Torre al 900 con la misión de hacer un registro para que restos humanos, que se encontraban en el Museo Histórico de Rafaela, sean restituidos a su lugar de origen que es el Valle de Choromoro en la provincia de Tucumán. En esta ocasión, visitaron la vivienda perteneciente a Miguel Ilchischen en barrio 9 de Julio los profesionales Mariano Corvalán, del patrimonio cultural de Tucumán, y Soledad Biasatti del patrimonio de Santa Fe, quien a su vez se encuentra en la Subsecretaría de Identidad y Territorio perteneciente al Ministerio de Cultura de la provincia. Antes de comenzar con las tareas, atendieron a la prensa para contar los pormenores de la investigación.
En principio, el trabajo de los expertos radica en lograr un registro de todo el material que se encuentra aquí en Rafaela para su investigación. “Vamos a hacer un registro y al mismo tiempo ver el estado de conservación en que se encuentran, que piezas tenemos, si son piezas cerámicas, restos óseos, material lítico. Para después poder hacer un inventario y seguir con los pasos de la restitución”. Manifestó el especialista de la provincia norteña. Por su parte, Biasatti adelantó que en esta instancia se debe respetar la Ley Nacional 25473 la cual se encarga de proteger todo el patrimonio tanto arqueológico como paleontológico.
En virtud de esto, llega la consulta de porque estos restos fueron trasladados desde el Museo Histórico de Rafaela hacia un domicilio ubicado a metros nada más del Hospital “Dr. Jaime Ferré”. En base a esta cuestión, la integrante del Estado Provincial, reconoció que “la ley contempla que las colecciones las pueda tener un poseedor, en este caso la colección está registrada. Así que está todo en orden en ese sentido”. Aclaró.
En cuanto a los trámites burocráticos, se dio una breve explicación de lo que se va a realizar. Una vez realizada la evaluación correspondiente, en caso de que este todo en óptimas condiciones, los restos serán devueltos a Tucumán. Ahora, si se percibe alguna irregularidad, debe pasar por la autoridad de aplicación antes de ser restituidos a su lugar de origen. Por último, se destacó el trabajo que se viene realizando desde provincia en este tipo de cuestiones culturales. “Es una política que llevamos adelante no solamente en esta gestión, sino que también es algo que estamos llevando adelante dentro del interior de nuestra propia provincia devolviendo materiales que fueron, por ejemplo, sacados en algún momento de algún lugar del interior del territorio Santa Fe óseo que hoy están albergados en museos que de las ciudades como son Rosario Santa Fe”.
Para finalizar, el integrante del Patrimonio Cultural de Tucumán la presencia de los pueblos originarios y la intervención del INAP para que todo esto llegue a buen puerto para que estos restos puedan volver a su lugar de origen.
La opinión de la Comunidad de los Pueblos Originarios de Awyayala
En parte de los Pueblos Originarios, tomó la palabra Juan Ángel Orellana agregó que esto comenzó en 2011 en la gestión de Luis Castellano quienes reconocieron que la colección “ya había cumplido su tiempo” debido a llevaba entre 15 y 20 años en el Museo. Por ende, se le pidió a la Comunidad que para que queden en su poder, pero desde la agrupación reconocieron que “no les correspondía a ellos, sino que debían ser devueltos a su lugar de origen”.
Estos restos fueron profanados en el Valle de Choromoro en Tucumán “con fines comerciales” según el representante de los Pueblos Originarios de Awyayala y que “traen estas cosas para venderlas o currar con ellas”, agregó. Con respecto a la decisión que tomaron desde la nueva administración en el Estado, Orellana aclaró que aún no se comunicaron con Leonardo Viotti y su equipo. “Lo que nosotros queremos es que los restos óseos sean devueltos al lugar donde han sido profanados y las otras piezas al lugar de donde han sido retiradas robadas porque eso es lo que han hecho”. Sentenció.
Por último, fue consultado con respecto sobre si existe alguna pena o alguna ley que castigue a los profanadores de estas tumbas con fines comerciales y fue tajante al referirse que “todas las leyes son casi siempre en contra de las poblaciones originarias” y que “ningún gobierno en la historia ha querido solucionar nuestros problemas territoriales. Mucho menos estas cuestiones de robos”. Finalizó.