Este viernes 8 de noviembre, la Escuela Rural N° 373 “Coronel José María Aguirre” celebró sus 100 años de historia con un emotivo acto que reunió a autoridades, ex alumnos, docentes, estudiantes y la comunidad en general; del que participó también RAFAELA NOTICIAS. La institución, ubicada en el límite entre la jurisdicción de Rafaela y Lehmann (de allí fue recibiendo la denominación popular de "Fronterita"´), es "un rincón de la patria donde se entrelazan los sueños de generaciones, ha sido testigo y protagonista de innumerables historias y transformaciones que marcaron un legado educativo en la región". Estuvieron presentes en el acto los concejales Lisandro Mársico, Alejandra Sagardoy, Mabel Fossatti y Carla Boidi. La Delegada Regional Celia Colussi, la supervisora Marta Spinetta y la Directora Pamela Rosso.
La historia de la Escuela N° 373 comenzó hace un siglo en un terreno donado por la familia Vincenti. Inicialmente, allí funcionaba una escuela particular, impulsada por los vecinos, hasta que en 1937 fue formalmente incorporada al sistema educativo provincial. La institución fue forjada por pioneros que veían en la educación la posibilidad de un futuro mejor para los niños de la zona rural.
El acto de celebración se inició con la entrada de la bandera de ceremonias, símbolo de la patria y de los valores que representa la educación. Las palabras de bienvenida destacaron el significado de la escuela como un espacio de sueños y conocimientos, y recordaron la importancia de su rol en la comunidad.
A lo largo del evento, varias autoridades y miembros de la comunidad educativa ofrecieron discursos cargados de emociones y agradecimientos. La directora actual, Rosso Pamela Carina, junto al cuerpo docente, resaltó la dedicación y el esfuerzo de quienes, a lo largo de un siglo, hicieron de la escuela un verdadero hogar educativo. Además, se compartieron anécdotas de ex alumnos y ex directores que rememoraron los desafíos y logros que han dejado huellas en la institución.
Un homenaje a los pilares de la escuela
Como parte del acto, se descubrió una placa recordatoria que simboliza el profundo agradecimiento hacia todos aquellos que han sido parte de esta historia. Ex alumnos y actuales estudiantes plantaron juntos un árbol de jacarandá, un símbolo de crecimiento, continuidad y de los lazos firmes que unen a la escuela con la comunidad.
También se reconoció el compromiso de ex directoras, quienes recibieron un presente como símbolo de gratitud y homenaje. Los nombres de quienes alguna vez guiaron los pasos de la institución resonaron con fuerza, evocando el respeto y el cariño de quienes fueron testigos de su entrega y dedicación.
El acto incluyó un repertorio artístico donde alumnos, docentes y ex alumnos participaron en diversas presentaciones. Los niños entonaron la canción de la escuela acompañados por la profesora de música Jorgelina Saluzzio, una pieza creada especialmente para esta ocasión y que rememoró el espíritu de unidad y amor por la institución. La letra es de la profesora Silvia Cardozo y alumnos, mientras que la musicalización fue realizada por Lucas Barsotti y Ludmila Barsotti, siendo esta última quien tocó el xilofón. Además, se realizaron dramatizaciones y bailes tradicionales, como el Pericón, que reflejaron la identidad cultural y educativa de la escuela.
La Asociación Cooperadora entregó a la directora un libro álbum conmemorativo, un proyecto que recoge la historia de la escuela a través de fotos, testimonios y recuerdos de ex alumnos, docentes y familias. Este libro no solo documenta los momentos significativos de estos 100 años, sino que también se convierte en un legado para las generaciones futuras.
La jornada culminó con un recorrido por la escuela, donde se presentó el Mural del Centenario, realizado por alumnos bajo la guía de la profesora de Plástica, Lorena Gonnet. Esta obra artística simboliza los sueños, logros y el trabajo en equipo de la comunidad educativa, y se proyecta como una ventana hacia el futuro de la escuela.
El evento cerró con palabras de agradecimiento hacia la comunidad, familias y estudiantes. La Escuela N° 373, que ha sido un refugio de aprendizaje y desarrollo durante un siglo, reafirmó su compromiso de seguir forjando el futuro, recordando que su legado es el fruto del amor, esfuerzo y compromiso compartido.