Los precios minoristas siguieron desacelerando durante la última semana de junio, según mediciones privadas. La dinámica continuó abonando a un escenario que apunta a una suba de precios que podría perforar el piso del 7%. Los alimentos estacionales y los aumentos más moderados en los precios regulados fueron algunas de las claves. En caso de que el IPC del Indec, que se publicará la próxima semana, esté en sintonía con esas mediciones, marcará una leve desaceleración respecto al 7,8% que anotó en mayo. De todas maneras, en las proyecciones privadas no se ve una baja de precios sostenida para los próximos meses.

Para el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), la suba de precios en supermercados fue de 1,4% en la última semana de junio y primeros días de mayo, por debajo del 1,6% de la semana previa. Para LCG, la suba de los alimentos promedió 0,1% en ese mismo periodo, desacelerando 2,6 puntos respecto a la medición de la semana anterior. Por su parte, Eco Go observó una suba de precios semanal en alimentos y bebidas del 1,9%.

Esa misma consultora observó un incremento de 6,6% en los precios generales durante el sexto mes del año, en línea con relevamientos similares. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) midió 6,4%, mientras que el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) y la Fundación Libertad y Progreso registraron 6,8%. La cifra más alta la aportó Orlando Ferreres & Asociados, quien estimó un 7,2%. En todos los casos, los números son sustancialmente menores al IPC de mayo (7,8%) y a la proyección del último REM para la inflación de junio (8%).

Inflación: las causas de la desaceleración

Entre las explicaciones para que la inflación se haya ralentizado, Eco Go argumentó que fue "un mes con subas moderadas en regulados (prepagas, colegios privados, tren, colectivo y subte y combustibles) y sin aumentos de tarifas". Asimismo, "los precios estacionales también contribuyeron a contener el indicador con un registro del 4,3%".

Sin embargo, la consultora dirigida por Marina dal Poggetto relativizó esa desaceleración, argumentando que "el nivel al que se encuentra el índice es preocupante". Y agregó que "la tendencia parecería ser más al alza más que otra cosa y la fragilidad del sistema indicaría que cualquier mínima disrupción podría impulsar una nueva aceleración de los precios".

La mirada de las pymes

Por otro lado, para las pymes hay una posibilidad de que los precios sigan aminorando su marcha, aunque sería producto de una caída en la demanda. Un fenómeno que, según Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos, ese sector comenzó a observar en junio. En diálogo con BAE Negocios, el empresario industrial aseguró que "en los últimos 20 días se percibe una caída del consumo general en todos los sectores, producto de la caída del poder de compra".

Esa situación derivó un exceso de oferta que generó "que el producto vaya a la baja o no aumente tanto, principalmente en producciones donde hay mucha competencia". En consecuencia, sostuvo que "no va a haber una demanda como se vio meses atrás en la medida en que no se equipare el salario con la inflación".